No pudimos desaprovechar la oportunidad de asistir a la segunda edición de este festival underground de muy alto calibre y puedo afirmar que ha sido el mejor al que hemos asistido en este año (aunque todavía faltan un par más).
Por supuesto aquí no dominó el mainstream ni las bandas masivas, por el contrario algunos se presentaron ante una modesta audiencia que apenas llenaba el pequeño bar del Reggies en Chicago.
Para comenzar mencionaré que los grupos se presentaron en 2 escenarios diferentes, el primero en un bar llamado Music Joint y el más grande en el Rock Club, un lugar con mucho más espacio y donde tocaron los grupos más reconocidos por decirlo así.
Algo que tengo que recalcar y que definitivamente hace una diferencia importante es la calidad del sonido; todas las presentaciones tuvieron un audio excelente y podías distinguir bien los instrumentos.
Iniciamos el sábado 6 de julio, donde nos perdimos a los abridores Infernal Conjuration por llegar tarde, pero no nos preocupamos mucho, de hecho tanto ellos como nuestros otros paisanos de Mortuary ya los habíamos visto previamente un par de veces en otros festivales.
Era turno de Ossuary, banda de death metal que este año lanzaron un demo sensacional llamado "Supreme Degradation", escuchenlo ya que vale muchísimo la pena y en el escenario ni se diga, la vocalista Izzi Plunkett ¡uff! intensa y con mucha personalidad.
Posteriormente Cruciamentum se subirían al escenario del Rock Club, banda que no necesita de más presentación, uno de las mejores discos de 2015 fue sin duda Charnel Passages y escuchar esos temas en vivo fue simplemente chingón.
Inmediatamente después Witch Vomit empezarían a tocar en el Music Joint y esto fue de los detalles que no me gustaron del todo, eran tan puntuales los horarios que tenias que correr de un lado a otro para no perderte de nada, pero era señal de una buena organización. Algo que llamó mi atención más no me extrañó, es que algunos de los grupos tenían en sus alineaciones chicas muy jóvenes, y que bien, esto demuestra que ellas también cada vez se interesan más en el metal underground y son muy profesionales como músicos, Witch Vomit cuenta con 2: Chelsea Loh (bajista, también de Fetid) y Casey Linch (guitarrista).
Los suecos Necrovation dieron un show brutal con su death metal a la vieja escuela, a pesar de que es una agrupación un tanto hermética (revisen su facebook, tienen muy pocas publicaciones) son bastante simpáticos bajo el escenario, nada que ver con la música que ejecutan.
Druid Lord era mi plato fuerte para esa noche, un cuarteto que recientemente había conocido y que me enganchó con su death doom oscuro y pesado, aunque el vocalista Tony Blakk se quejó un poco del sonido, para mi gusto se escucharon perfectos, ¡que bandota! tienen que darles una escuchada.
No nos movimos el Music Joint porque los siguientes eran Deceased, banda que se ha ganado un respeto en el ambiente subterraneo y con una gran trayectoria. King Fowley es un tipo muy alivianado y aunque ya se le notan bastante los años al igual que a los demás miembros, dieron cátedra de como ejecutar death thrash metal sobre el escenario, temas clásicos como Fading Survival, The Silent Creature o Fearless Undead Machines retumbaron en el Music Joint.
Del otro lado, Convulse tocaría un set especial de todo el álbum lanzado en 1992 World Without God, un clásico para los amantes del death metal de antaño. Rami Jämsä conoce perfectamente el negocio y prendió tanto al público, que se formó un mosh pit de tamaño considerable en el Rock Club, impresionantes los finlandeses.
Esa noche cerraría The Chasm, que ya tenían al público encarrerado y con ganas de más violencia, para lo cual Corchado y compañia les dieron gusto, tocando un magnífico set list repasando gran parte de su discografía. The Chasm es muy reconocido y admirado en su ciudad de residencia, por eso fue la banda estelar, cumplieron como los grandes a pesar de ser ahora un trío.
Domingo 7 de julio, nuevamente llegamos tarde (¡viva México chinga'o!) y nos perdimos a Ectovoid, todo por culpa del maldito alcohol ¡ja! Sin embargo nuestro interés se centraba en Impure, un dueto que recientemente lanzó su primera producción por medio de Chaos Records y que tiene un sonido black death muy parecido a los Beherit en sus inicios, muy buenos tocando en vivo.
Los próximos fueron Dispirit, grupo originario de San Franciso y con varios demos en su haber, a lo que me viene a la mente una cuestión: no se que esperan los malditos sellos para hacerles una propuesta y sacar su álbum debut, ya que son una excelente agrupación y en vivo tocando su black doom metal con toques atmosféricos, super chingón.
A continuación Pig's Blood, otros que venían con su nuevo disco bajo el brazo titulado A Flock Slaughtered, ejecuando un death metal a tope, ruidoso, de ese que te hace sangrar los oidos, salvajes estos cabrones.
No tardamos mucho en trasladarnos al Rock Club para ver a Ares Kingdom, un proyecto que nació ya hace tiempo de las cenizas de los desaparecidos Order From Chaos, aunque ahora su estilo es más death thrash, su set list muy decente dando prioridad a su último trabajo también de este 2019 llamado By The Light of Their Destruction lanzado por la Nuclear War Now recs.
De regreso al modesto pero enloquecido Music Joint, era turno para los Fetid quienes nos entregaron otro puñado de rolas death metal bestiales y agresivas como todo en este festival, para no variar tocando su disco igualmente de este año y que recomiendo con fervor Steeping Corporeal Mess (esos 20 Buck Spin Records se han estado aplicando).
Desgraciadamente Embrace of Thorns tuvieron algunos problemas y no pudieron tocar esa noche, a lo cual Necrovation entraron al quite aventándose su segundo set del evento en un notable estado de ebriedad, eso sí tocando muy bien como el primer día.
Para cuando Pissgrave comenzaron, ya estábamos un tanto cuanto destruidos y nos pusimos cómodos para presenciar su show con una cerveza y una hamburguesa en mano, digo también somos humanos y comemos y bebemos (y nos cansamos); estar de pie más de 2 ó 3 horas seguidas no es de Dios (a ver si aprenden algo los promotores locales...¡hey, sí ustedes! es una chinga estar parados tanto tiempo, tómenlo en cuenta).
Pisssgrave es probablemente la banda más brutal, disonante, vomitiva y tremendamente agresiva que haya escuchado, si no los han escuchado ni visto las portadas de sus discos créanme ¡no lo hagan!
Acto seguido, The Ruins of Beverast que era otra de las bandas que habíamos estado esperando. No podría describir la atmósfera que estos tipos crean cuando tocan, ese halo de misticismo llena por completo el lugar y se disfruta de principio a fin cada acorde, cada coro y cada parte del teclado, magníficos.
Los estelares en el music Joint fueron Cardiac Arrest, que nos deleitaron con temas de uno de los mejores discos de death metal del año pasado A parallel Dimension of Despair, un discazo que no tiene desperdicio, así como fue su presentación.
Los griegos Dead Congregation daban banderazo final a este Metal Threat ¡y de que manera! Personalmente nunca había visto a este grupazo y eso que ya vinieron varias veces a México, así que esta experiencia era nueva para mí y simplemente me dejó boquiabierto. Dead Congregation fueron los únicos que hicieron un "encore" porque despúes de casi una hora de furioso death metal el respetable pedía más, por lo cual salieron nuevamente al escenario para terminar con 3 temas más que fueron la locura, el Rock Club casi se cae (y no estoy exagerando) con la presentación de este cuarteto, la pura intensidad demoníaca con estos señorones, mis respetos.
Como mencioné al inicio, ha sido de lo mejor que hemos presenciado en el año; me parece que la primera edición de Metal Threat se realizó en 2016, 3 años después se consolida este festival ¿habrá una tercera edición? creo que ni el promotor mismo lo sabe, pero si es así, haremos lo posible por nuevamente asistir, porque este tipo de eventos son indudablemente imperdibles.
DZGerardoFA