THE  METALLICA BLACK LIST.

OPINIÓN DESDE LA REDACCIÓN DE DAEMONUM ZINE.

Es por demás sabido que Metallica dejó de crear Thrash Metal desde hace mucho. Sin embargo, la afirmación que hizo un fan de hueso colorado y conocido nuestro mencionando que: Metallica ya no es un grupo musical solamente, si no una empresa, es precisamente a lo que se resume la carrera de esta agrupación.

Mientras algunos todavía rememoramos los tiempos del Ride The Lightning, Master of Puppets o And Justice for All y queremos que vuelvan a retomar ese sonido; Lars Ulrich por ejemplo, se dedica a la compra de arte, una actividad altamente rentable y que no tiene nada o casi nada que ver con el Heavy Metal.

Después del multi premiado Black Album, Metallica se dio cuenta que la música popular es la que dejaba dinero y ellos como buenos empresarios quieren su rebanada del pastel. ¿Cómo lo logramos? Seguramente se preguntaron. Abarcando más mercado y llegando a gente que poco tiene que ver con la música Heavy Metal, sin embargo por X razón, ubican a la banda. 

Es por eso que hoy muchos de los que crecimos con sus álbumes nos ofendemos y nos desgarramos las vestiduras esperando que retomen el camino dejado hace mucho; pero lo que no acabamos de entender, es que a ellos ya no les interesa, o mejor dicho, su audiencia ha cambiado y como todo producto del capitalismo siguen el camino del dinero, simple y llanamente.

No podemos dejar pasar el siguiente detalle: los artistas firman contratos. Contratos que, entre toda la retórica legal, puede estipular cada cuánto deben entregar discos LP o sencillos, y colaboraciones o condiciones de trabajo que probablemente el artista ni siquiera esté de acuerdo, pero estando unos cuantos milloncitos de por medio, pues ¿Qué les digo? Como se mencionó antes, esto es una empresa y como tal, debe ser redituable, tanto para el artista como para su disquera, representante y toda la corte celestial.

Podemos contrastar con un ejemplo más escandaloso: KISS. La banda neoyorquina que hace mucho tiempo dejó de ser una banda para convertirse en una marca. Su extrema popularidad llevó a la agrupación a convertirse en una máquina de hacer dinero. Una máquina que produce de todo y sin límites: condones, comics, figuras de acción, copas de cristal, perfumes, utensilios de cocina, collares para tu mascota, colgantes para el árbol de navidad y un extenso etcétera. Según el sitio celebritynetworth.com, la fortuna de Gene Simmons se calcula en $400 millones de dólares, y él mismo ha declarado que nunca será suficiente, su principal pasión es hacer dinero.

Cierto que las mentes maestras detrás de Metallica no alcanzan los niveles de avaricia del buen Gene, pero aún así han generado tanto dinero como para darse lujos dignos de gente rica: comerciar con arte, irse de caza, comprar casitas de 5 millones de dólares (o más), coleccionar autos y no sabemos qué otras aficiones han adquirido en el transcurso de su carrera.

Así que, a su estilo o influenciados por sus managers, los artistas se niegan a desaparecer de las listas de popularidad y se vuelven más audaces al tomar decisiones. No importa que las mismas los alejen de la fanaticada que los vio nacer. "Metallica is lost, Metallica is raped, Metallica is gone".

En lo particular se nos hace una pérdida de tiempo tener que estar quejándose y peleando con aquellos puristas o en su defecto fans de ocasión sobre si Metallica es Metal o no, cuando si lo que quieres es seguir disfrutando de la música extrema, hay muchas más bandas con excelentes propuestas.

Al fin y al cabo lo recaudado con el Black List será para una buena causa; por otro lado, los metaleros promedio somos celosos y en muchas casos egoístas con los artistas que consideramos nuestros ¿no creen?.

"Trademark" has taken my sight

Taken my speech

Taken my hearing

Taken my arms

Taken my legs

Taken my soul

Left me with money in hell